En este artículo vamos a descubriros el Mapa del Carácter que guía nuestras interacciones con el mundo que nos rodea, sobre el cual construimos nuestras relaciones y navegamos por la vida. Nos define en todos los ámbitos de la vida, también en el profesional. Por esta razón, el Mapa del Carácter es fundamental en el proceso de selección: es la herramienta con la que viajaremos directamente hacia el Éxito Organizacional.
En el complejo mundo del reclutamiento y la selección de personal hay un elemento crucial, pero que a menudo pasa desapercibido, y que, sin embargo, tiene un impacto profundo en el éxito de una empresa: el carácter de las personas. Este término, aparentemente simple, engloba la complejidad de nuestra personalidad, y se convierte en el mapa que guía nuestras interacciones con el mundo que nos rodea.
El carácter no es solo una palabra que se usa para describir a una persona. Es una estructura dinámica que moldea nuestras emociones, pensamientos y acciones. Es el fundamento sobre el cual construimos nuestras relaciones y navegamos por la vida.
Se trata, en definitiva, de un mapa detallado que nos muestra las distintas facetas de nuestra personalidad y cómo interactuamos con los demás.
Es importante comprender, por ejemplo, que desde una edad temprana, las personas comenzamos a desarrollar el carácter como una forma de protegernos en un mundo que a veces se nos vuelve hostil. Y creamos una especie de coraza comportamental que nos ayuda a relacionarnos con el entorno que nos rodea. Sin embargo, esta coraza también puede alejarnos de nuestra esencia, dejándonos con una sensación de vacío y desconexión de lo que realmente sentimos, pensamos y necesitamos.
Por esta razón, es tan importante el conocimiento del carácter propio y el de los demás, para entender el comportamiento, las interacciones, y facilitar y mejorar las relaciones en todos los ámbitos de nuestra vida. ¿Preparados? COMENZAMOS:
DESENTRAÑANDO EL MAPA DEL CARÁCTER
El mapa del carácter se divide en tres áreas principales: mental, emocional e instintiva. Cada una de estas áreas influye en cómo percibimos el mundo y cómo nos relacionamos con él. Al comprender esta clasificación, podemos desentrañar las complejidades de nuestra propia personalidad y la de los demás.
A su vez, cada una de estas áreas se divide en tres tipos de carácter:
- En el ÁREA MENTAL, se engloban los Introvertidos, los Dudosos y los Atrevidos.
- En el ÁREA EMOCIONAL, tenemos a los que viven como Príncipes, reyes y emperadores; luego están los que desean y necesitan Ser Vistos; y, por último, tenemos a los Sufridores, sufridos e insufribles.
- Y en el ÁREA INSTINTIVA, están los Perfeccionistas; los que Confluyen y se ponen al servicio de las necesidades de los demás; y, por último, los que son Excesivos e impulsivos para obtener satisfacción y gratificación.
EL MAPA DEL CARÁCTER EN LA ORGANIZACIÓN
En el contexto empresarial, conocer el carácter de los individuos es fundamental para construir equipos sólidos y productivos. De este modo, al entender las fortalezas y debilidades de cada persona, podemos asignar roles de manera más efectiva y fomentar un ambiente de trabajo positivo y colaborativo.
Por ejemplo, un individuo con un fuerte componente emocional en su carácter podría ser excepcional en roles que requieren empatía y capacidad para trabajar en equipo, como en recursos humanos o atención al cliente. Mientras que alguien con un carácter más orientado hacia lo mental puede destacar en roles que exigen análisis y toma de decisiones, como en el área financiera o de planificación estratégica.
Por ello, para Kankei el mapa del carácter es una herramienta esencial en el proceso de selección de personal, ya que nos permite comprender no solo al equipo actual de la empresa sino también a las próximas incorporaciones a la organización.
En última instancia, el carácter es el corazón y el alma de una organización. Es lo que define su cultura y su identidad. Por lo tanto, al incorporar la comprensión del carácter en el proceso de selección, las empresas pueden asegurarse de que están reclutando a las personas adecuadas para el trabajo, creando así un camino hacia el éxito organizacional.
No obstante, es importante destacar que el carácter no es estático. Puede evolucionar con el tiempo, a medida que adquirimos nuevas experiencias y conocimientos. Por lo tanto, el proceso de selección también debe incluir la capacidad de evaluar el potencial de crecimiento y adaptación de los candidatos.
En conclusión, el carácter es mucho más que una palabra; es un mapa que nos guía en nuestro viaje por la vida. En el contexto del proceso del selección, comprender este mapa es esencial para encontrar el ajuste perfecto entre los candidatos y las necesidades de la organización. Es el tesoro escondido que puede llevar a una empresa hacia nuevos niveles de logro y prosperidad.