En el siguiente artículo, vamos a profundizar un poco más en las relaciones que se producen en los equipos de trabajo, según los diferentes tipos de carácter de sus componentes, y cómo afectan estas relaciones al funcionamiento del grupo. Dando así más herramientas a los líderes para poder gestionar de forma eficaz los equipos y aumentar la colaboración y eficiencia que llevará a alcanzar el éxito de la organización.
Como ya adelantamos en el artículo anterior, la combinación de los diferentes caracteres de las personas puede generar una variedad de desafíos y tensiones, que llegue a afectar a la productividad y la armonía del grupo. Para gestionar eficazmente un equipo, es crucial reconocer y mediar en las interacciones de sus integrantes, aprovechando sus fortalezas y mitigando sus debilidades, así como fomentar una comunicación clara y asegurar que todos los miembros del equipo se sientan valorados y escuchados.
Veamos algunas de las combinaciones de carácter que nos podemos encontrar en los equipos de trabajo, cómo son las relaciones entre ellos y cómo afectan estas relaciones al rendimiento del equipo:
Cuando confluyen el eterno quejumbroso, el listillo disperso y el explosivo impulsivo:
El eterno quejumbroso:
- Impacto en el equipo: Esta persona genera un ambiente de negatividad y pesimismo. Sus quejas constantes pueden desmotivar al equipo y crear un ambiente cargado de desaliento.
- Relación con otros caracteres: Su negatividad puede chocar con la actitud jovial del listillo disperso y la franqueza del explosivo impulsivo. Además, puede desencadenar tensiones adicionales si su actitud pesimista se percibe como un obstáculo por parte de sus compañeros más optimistas o dinámicos.
El listillo disperso:
- Impacto en el equipo: Esta persona aporta dinamismo y alegría, pero su falta de concentración y consistencia puede llevar a la confusión y la falta de dirección en el grupo.
- Relación con otros caracteres: Su dispersión puede ser irritante para el eterno quejumbroso, quien ya se siente agobiado por su propio pesimismo. Además, su naturaleza impredecible podría ser una fuente de frustración para el explosivo impulsivo, que valora la franqueza y la claridad en la comunicación y las acciones.
El explosivo impulsivo:
- Impacto en el equipo: Esta persona aporta energía y determinación, pero su franqueza y falta de filtro pueden derivar en conflictos y tensiones dentro del grupo.
- Relación con otros caracteres: Su actitud directa puede intimidar al eterno quejumbroso, exacerbando la negatividad de este último. Además, su impulsividad puede chocar con la dispersión del listillo disperso, creando una dinámica de frustración mutua.
Cuando coinciden el perfeccionista exigente, el desconfiado y evitativo y el vanidoso controlador:
El perfeccionista exigente:
- Impacto en el equipo: Esta persona impulsa al equipo hacia la excelencia, pero su inflexibilidad puede ser un obstáculo para la aceptación de nuevas ideas y la colaboración del grupo. Su alta exigencia puede generar estrés entre sus compañeros.
- Relación con otros caracteres:
- Puede chocar con el desconfiado y evitativo, debido a la reserva y falta de comunicación de este último, lo que podría frustrar al perfeccionista, que busca precisión y claridad.
- Con el vanidoso controlador, puede haber una lucha de poder y reconocimiento, ya que ambos tienen altos estándares y expectativas, aunque por diferentes motivos.
El desconfiado y evitativo:
- Impacto en el equipo: Esta persona puede obstaculizar la comunicación y la colaboración entre compañeros, ya que es reticente a compartir información y se refugia en su propia soledad.
- Relación con otros caracteres:
- Su actitud reservada y su alta sensibilidad al rechazo pueden ser mal interpretadas por el perfeccionista exigente como una falta de compromiso o competencia.
- Puede ser percibido como una barrera por el vanidoso controlador, que busca reconocimiento y admiración, y que podría ver la reserva del desconfiado como una falta de respeto o admiración.
El vanidoso controlador:
- Impacto en el equipo: Esta persona puede crear distancias emocionales con sus compañeros y dificultar la colaboración, debido a su necesidad de control y reconocimiento.
- Relación con otros caracteres:
- Su deseo de control y reconocimiento puede llevarle a entrar en conflicto con el perfeccionista exigente, ya que ambos suelen tener opiniones enfrentadas sobre cómo deben hacerse las cosas.
- Puede intentar manipular o controlar al desconfiado y evitativo, aunque la falta de comunicación y la reserva de este último podrían frustrar sus intentos.
Cuando concurren el seductor espontáneo, el orientado al deber y temeroso y el indeciso que quiere agradar a todos:
El seductor espontáneo:
- Impacto en el equipo: Esta persona acapara la atención y puede desviar el foco de los objetivos del equipo hacia su propia persona. Su carisma puede ser beneficioso para motivar y animar al grupo, pero su necesidad de ser el centro de atención podría generar tensiones.
- Relación con otros caracteres:
- Puede eclipsar al orientado al deber y temeroso, ya que la naturaleza insegura y dubitativa de este último podría ser menguada por el carisma del seductor.
- Con el indeciso que quiere agradar a todos, puede generar una dinámica en la que el indeciso intente constantemente complacer al seductor, lo que podría llevar a una falta de claridad y dirección en el equipo.
El orientado al deber y temeroso:
- Impacto en el equipo: Esta persona es un gran colaborador, debido a su afectuosidad y orientación al deber, pero su inseguridad y miedo al fracaso pueden ralentizar el progreso del grupo.
- Relación con otros caracteres:
- Puede sentirse intimidado o eclipsado por el seductor espontáneo, lo que podría aumentar su indecisión y miedo al fracaso.
- Con el indeciso que quiere agradar a todos, puede formar una alianza basada en su mutua inseguridad, aunque esto podría conducir a una mayor parálisis en la toma de decisiones.
El indeciso que quiere agradar a todos:
- Impacto en el equipo: Esta persona causa confusión y desorganización, debido a su incapacidad para tomar decisiones claras. Su deseo de agradar a todos puede llevar a contradicciones y ambigüedades que dificultan la consecución de objetivos.
- Relación con otros caracteres:
- Puede sentirse atraído por el carisma del seductor espontáneo y tratar de complacerle, lo que podría agravar su indecisión y ambigüedad.
- Puede buscar apoyo y validación del orientado al deber y temeroso, lo que podría generar un ciclo de inseguridad y dudas entre ambos.
En definitiva, los diferentes caracteres se interrelacionan de maneras que pueden tanto beneficiar como perjudicar la dinámica del equipo y, por tanto, de la organización.
La clave para un funcionamiento dinámico y eficiente de los equipos de trabajo que asegure el éxito empresarial es manejar el mapa del carácter, reconociendo las motivaciones y limitaciones de cada persona, y encontrar maneras de facilitar la comunicación y la colaboración, a pesar de las diferencias individuales.
En Kankei ayudamos a los líderes a conocer el mapa del carácter y les damos las herramientas para gestionar de forma eficaz los equipos de trabajo.
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